Enter the Dragon (USA, Hong Kong, 1973)
- Juanmi Retrocinema
- hace 2 días
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Puños, honor y espías: el torneo que definió una leyenda.

Título: Enter the Dragon
Año: 1973
Duración: 98 minutos
Director: Robert Clouse
Protagonistas: Bruce Lee, John Saxon, Jim Kelly, Shih Kien, Ahna Capri
Países de producción: Estados Unidos, Hong Kong
Director de fotografía: Gil Hubbs
Guion: Michael Allin
Productores: Paul M. Heller, Bruce Lee, Fred Weintraub, Leonard Ho
Música: Lalo Schifrin
Idioma original: Inglés
Compañías productoras: Concord Productions Inc., Golden Harvest Company, Sequoia Productions, Warner Bros. Pictures
Lee (Bruce Lee), un monje shaolin y maestro de artes marciales, vive apartado del mundo en un monasterio en Hong Kong, donde entrena bajo una filosofía que mezcla disciplina física y claridad espiritual. Un día, es abordado por un agente del servicio secreto británico que lo recluta para una misión peligrosa: infiltrarse en un torneo de lucha organizado por Han, un exmonje que ha creado un imperio criminal desde una isla remota, donde combina el tráfico de drogas, la trata de mujeres y la violencia.
Lee acepta por razones éticas, pero también por una motivación personal; años atrás, Han fue responsable indirecto del suicidio de su hermana, quien prefirió morir antes que ser violada por sus hombres, en especial el brutal O’Hara. Lee viaja a la isla junto a otros competidores: Roper (John Saxon), un jugador carismático y endeudado que busca una salida, y Williams (Jim Kelly), un luchador afroamericano que ha enfrentado la discriminación racial en Estados Unidos y busca redención personal en la competencia.

Mientras el torneo avanza, Lee descubre una red subterránea de laboratorios y prisioneras. Sus acciones desatan una rebelión a gran escala dentro de la isla. En el clímax de la historia, después de enfrentarse a O’Hara en un combate visceral, Lee se adentra en el laberinto de espejos donde Han lo espera armado con una garra metálica. La batalla final se convierte en un duelo psicológico y físico, donde Lee, usando su inteligencia tanto como su fuerza, destruye los espejos y acaba con Han, liberando a los prisioneros y cumpliendo su venganza.
CONTEXTO HISTÓRICO
Enter the Dragon es una de las películas más significativas del cine de acción y el mayor hito en la carrera de Bruce Lee. Se estrenó el 19 de agosto de 1973, solo seis días después de su prematura muerte, lo que contribuyó a su estatus legendario. Fue la primera coproducción entre un estudio estadounidense (Warner Bros.) y Hong Kong, en un momento en que Hollywood empezaba a voltear hacia Oriente en busca de nuevas narrativas y estilos visuales.

La cinta surgió en pleno auge del cine de explotación y del blaxploitation, dos géneros que se dirigían a públicos no representados en el cine mainstream: los jóvenes, los afroamericanos y los espectadores asiáticos. Lee, como figura carismática e imponente, se convirtió en un símbolo de orgullo cultural y de resistencia. Su mensaje de integración, autodominio y justicia resonó más allá del cine de acción.
INFLUENCIA
El legado de Enter the Dragon va mucho más allá del kung-fu. Estableció las reglas del género de artes marciales para el cine occidental, con torneos mortales, villanos con bases secretas, héroes con motivaciones éticas y personales, y una puesta en escena que fusionaba coreografías limpias con tensión narrativa.
Directores como Quentin Tarantino, los hermanos Wachowski o John Woo han reconocido su deuda con Bruce Lee. Películas como Bloodsport, The Raid, Kill Bill y The Matrix replican su estructura o le rinden homenaje directo. Incluso videojuegos como Mortal Kombat y Tekken construyen universos inspirados en el torneo de Han, con personajes y peleas que evocan la estética y filosofía del filme.
SECUENCIAS LEGENDARIAS
La tragedia de la hermana de Lee: narrada en flashback, esta escena revela el núcleo emocional de la historia. La cámara se detiene en los ojos de Lee mientras recuerda la desesperación de su hermana, estableciendo el tono dramático del filme.
La primera aparición de Han: su garra dorada, su calma siniestra y su control absoluto sobre la isla lo presentan como un antagonista memorable, mezcla de villano de Bond y señor del crimen oriental.
La pelea en la celda subterránea: en esta secuencia, Lee demuestra su agilidad felina, enfrentando a decenas de guardias en un espacio cerrado, usando cadenas, nunchakus y su entorno como armas.

El duelo en el salón de espejos: quizá la escena más famosa, en la que la fragmentación visual refleja el conflicto interno de Lee y la deshumanización de Han. La destrucción de los espejos simboliza la victoria de la verdad sobre la ilusión.
DETRÁS DE CÁMARAS
Bruce Lee no solo actuó, sino que diseñó la mayoría de las coreografías. Su estilo propio, el Jeet Kune Do, se refleja en cada combate: directo, económico y fluido.
La producción enfrentó tensiones entre el equipo estadounidense y el hongkonés. Lee insistía en autenticidad marcial, mientras que los productores querían tomas más espectaculares.
Jackie Chan aparece brevemente como un extra que es golpeado por Lee en una escena subterránea; años después, recordaría con cariño aquel momento como su “bautizo”.

Durante el rodaje, Lee fue criticado por su exigencia física, pero también admirado por su precisión. Se dice que en ocasiones daba golpes tan rápidos que la cámara no podía captarlos y se le pedía repetirlos más lentamente.
DÓNDE VERLA
Enter the Dragon está disponible en calidad HD y 4K en plataformas como HBO Max, Apple TV, Amazon Prime Video y Google Play. La edición conmemorativa en Blu-Ray incluye comentarios del elenco, detrás de cámaras, ensayos de Bruce Lee sobre filosofía marcial, y documentales que analizan su impacto cultural.
CONCLUSIÓN
Enter the Dragon es una película que trasciende géneros. Es cine de acción, sí, pero también es una declaración cultural, una elegía involuntaria a Bruce Lee, y un modelo narrativo que sigue influyendo hoy. Su mezcla de filosofía oriental, denuncia social y violencia estilizada la convierten en una obra vibrante, magnética y eternamente vigente. Bruce Lee no solo peleó en pantalla, luchó por la dignidad del cine asiático, por el poder de la representación y por una visión cinematográfica sin fronteras.
“No pienses. Siente. Es como un dedo que señala hacia la luna... Si te concentras en el dedo, te perderás toda esa gloria celestial.” – Bruce Lee
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